Día Ciento Ochenta y Dos. Es increíble la cantidad de días que han pasado ¿cierto? luego de que la situación de emergencia sanitaria en la que el mundo se ha visto asotado diera su inicio, pocas son las alternativas que han quedado disponibles y que podemos realizar. Ello ha ocasionado que gran parte de la población se sumerja en el aburrimiento, la desesperación, inclusive la depresión.
La lectura es un hábito muy menospreciado hoy en día, inclusive creo que es valorado en una cantidad nula en nuestra sociedad, haciéndose en esta cuarentena obligada a la que nos hemos tenido que someter; en la última actividad de la lista de opciones que una persona pudiese escoger.
No me sorprendería que las personas que se encuentran en sus casas al tener probablemente un innumerable número de historias a lado, hayan escogido las tablets, laptops, hasta sus celulares para reemplazarlos y seguro poner excusas al momento de escoger una actividad que realizar.
Sin embargo, en el subvalorado mundo de leer existe un intrinsecable riesgo y es el de que el libro escogido no sea el más adecuado y por lo tanto termines en la monotonía. Esta sensación la he tenido innumerables veces, pero no debe definir ni afectar tus intenciones de continuar por este mundo.
Gustavo Gorritti nació en 1948 se crió en el campo y descubrió temprano su vocación, pero solo pudo, empezar a ejercerla en la madurez, desde 1981, cuando entró a trabajar en la revista Caretas. Desde ese año cubrió como periodista la guerra interna iniciada por Sendero Luminoso. Fue una misión muy exigente, intensa algunas veces peligrosa. Todo el esfuerzo por informar e interpretar un conflicto letal pero desconocido, en el que un gran número de gente mataba y moría sin saber porqué, le hizo comprender la necesidad imperiosa de ir más allá de la cobertura semanal y convertir la crónica en historia. Empezó a escribir este libro en 1987, lo terminó en 1980 y publicó la primera edición en 1990. El hecho que se siga leyendo hasta hoy le recuerda con insistencia la necesidad de continuarla y hasta de terminarla, lo que se he prometido hacer si le da el tiempo de la vida.
Hace unos días terminé la lectura de "La calavera en negro" del escritor Gustavo Gorritti, una novela que por su tinte político llamó mi atención y me dió la idea de querer explorar este ámbito de la Literatura. Sin embargo, al ir avanzando con la trama puedo decir que caí en el peor error y fracaso que creo pueda un autor de una novela tener y que es el de aburrir al lector hasta caer en la necesidad de desear abominablemente terminarlo para no volver a abrir sus páginas.
La investigación que develó el caso
Langberg. El narcotraficante que quizo gobernar el Perú durante el gobierno de
Belaunde Terry.
A principios de la década del ochenta, una investigación publicada por la revista Caretas reveló información contundente que cambió sustancialmente el curso de nuestra historia política. Carlos Langberg, siniestro dueño de un periódico panfletario, resultó ser uno de los narcotraficantes más poderosos y temidos del país. Hasta entonces, Langberg había logrado influenciar y dominar cruciales institucionales y al más poderoso partido político. Sus conexiones con la cúpula aprista y con varios de los más altos funcionarios del régimen de Morales Bermúdez lo convirtieron en una figura peligrosa que amenazaba el frágil régimen democrático de Fernando Belaunde.
Sin embargo, no creo que sea correcto desmerecer este libro solamente porque no fue de mi total agrado, ya que el tinte político lo hizo un poco más que pesado de lo que creo es mi gusto personal. Quiero resaltar que en el mundo de la literatura existen un sinfin de gustos por las novelas y creaciones literarias que puede ser de agrado para alguno y no mucho para otros.
Escritor de Calavera en Negro
Es por eso que entiendo y comprendo la situación y ambiente en la que se desarrolla esta novela, ya que lleva dentro de su trama muy marcada, el tinte policiaco y la finalidad de investigar lo ocurrido en el caso de Carlos Langberg.
Para serles sincera a medida que iba avanzando en la trama llegue a no entender mucho sobre la sinopsis o el mensaje que este escritor trataba de darnos a entender. Admito llegué a un momento en el que la catarsis mental llego a mi mente y solo avanzaba con la lectura mecánica o robóticamente sin entender nada de lo que iba leyendo.
Sé que el libro trataba de retratar una anécdota política importante en nuestro país, más la trama pesada el lenguaje complicado de entender y los personajes complicados y difíciles de digerir hacen que caiga en el aburrimiento y en sinceramente decirles que no llegué a comprender el libro ni en una mitad de su porcentaje.
Lo siento
"La Calavera en Negro" de Gustavo Gorritti , es calificado según mi punto de vista con la siguiente puntuación:
*) Las calificaciones son basadas según la historia, originalidad, redacción, portada, impacto en la Literatura Universal y Moderna, y otros muchos aspectos más...
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